Como objetos dotados de poderes m·gicos, como instrumentos de

adoraciÛn, obras de arte para exhibir y apreciar, las muÒecas forman parte

del acervo cultural de diversos pueblos. No existe otro lugar en el mundo

que tenga una mayor variedad de muÒecas como JapÛn, paÌs que ha

mantenido esta tradiciÛn hasta la actualidad. El origen de las muÒecas

japonesas tiene lugar en el perÌodo Jomon, cerca del aÒo 3.000 A.C.

aunque es sÛlo en el perÌodo Edo cuando cobran mayor importancia. Son

hechas de madera, tela o arcilla y para su realizaciÛn se emplea una riqueza

de tÈcnicas que les confiere una gran belleza de expresiÛn y un rico

despliegue de color. Debido a que cada vez alcanzan niveles m·s altos de

manufactura artÌstica, han dejado de ser consideradas como simples

objetos para adquirir un status de arte formativo.